Queso fresco, semi curado, curado... y podría seguir hasta tener 146, que es el número de quesos distintos que podemos encontrar en la carta de Poncelet Cheese Bar.
Poncelet Cheese Bar
Me gusta llamarlo "un sitio para enquesarse" ya que nada más entrar, entras en una nube dónde sólo se percibe ese olor a queso derretido tan característico de una buena fondue.
Cobra especial protagonismo su carta especial únicamente de quesos, dónde se detalla algunas características como la procedencia o la intensidad de cada uno de los quesos que componen su oferta. Puedes elaborar tu propia tabla de quesos, o dejarte guiar por sus sugerencias.
Una segunda carta más del estilo de una de un restaurante normal, nos ofrece toda una variedad de platos con queso.
Ensaladas, pizzas, croquetas, tartar...
Atención aventureros gastronómicos, como habréis podido comprobar a estas alturas, nos adentramos en un sitio con un ingrediente protagonista dónde los antiqueseros estarán en minoría. Sin embargo para no discriminar, tendréis unos platos especiales para vosotros los "anti-queso", platos sin queso o dónde se puede quitar el queso. Como por ejemplo estas hamburguesitas:
Queda por ilustrar el plato estrella de este curioso universo del queso: la raclette.
Como no se podía acabar de otra forma y para quien al final de esta noche no se haya enquesado todavía, de postre hay la posibilidad de pedirse una tarta de queso, aunque para cambiar el sabor del paladar, desde Una Mesa para Dos o Más os sugiero un brownie!
Poncelet Cheese Bar, un sitio irrepetible para los amantes del queso. Para "enquesarse".
Precio aproximado por persona: 25-30 €
Calle de José Abascal, 61 28003 Madrid
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